El próximo 31 de marzo, se cumple la fecha límite para que las personas morales, mejor conocidas como empresas, rindan cuentas con la denominada declaración anual, correspondiente al 2022, ante el Servicio de Administración Tributaria.
Sin embargo, en las últimas semanas se han registrado marcados contratiempos para que dichos contribuyentes cumplan con esta obligación fiscal; y, no es que ellos estén cometiendo errores a la hora de proporcionar su información contable al SAT, sino que, son los cambios en la declaración anual establecidos por la propia autoridad fiscal, los que han puesto en aprietos a las empresas.
Y es que, en sus intentos por ser cumplidos y responsables, se han topado con un llenado de formato de declaración anual que les lleva de 3 hasta 5 horas, cuando anteriormente solo necesitaban una hora para cumplir con el proceso.
La realidad de las cosas, es que todo este problema tiene que ver con las modificaciones en el aplicativo de la declaración anual de personas morales, donde la información que ahora solicita el SAT es, para muchos contribuyentes, exagerada.
No vayamos muy lejos, entre los cambios más representativos, está el tema de los estados financieros básicos, donde se incrementa el detalle con el que se deben presentar las cuentas que integran los mismos; sin contar que es necesario presentar comparativamente las cifras del ejercicio actual con respecto a las declaradas en el ejercicio inmediato anterior.
Pero ahí no termina el asunto, ya que se incorporaron dos nuevos apartados: el estado de cambios en el capital contable y el estado de flujo de efectivo; además de que se incluyen más conceptos en el apartado de la conciliación contable fiscal eliminando el rubro denominado “Otros” en cada uno de los bloques de este anexo.
Ah, y no olvidemos que por vez primera, se solicita que todos los campos sean llenados al menos con un cero, que ingresemos el detalle de todas las percepciones exentas y no acumulables, y el detalle mensual de los honorarios pagados a personas físicas y del Régimen Simplificado de Confianza (Resico), solo entre otros.
Todos estos cambios sin duda han sido una piedra en el zapato para los contribuyentes, quienes, de entrada, requieren de más tiempo y esfuerzo para completar el formato. Aunque pueda considerarse extremo, este panorama, no es nada alentador, pues podría derivar en el incumplimiento de la obligación fiscal por parte de los contribuyentes.
¿Exagerada la percepción? podría ser; pero solo hasta que pasemos esta primera “nueva declaración anual” sabremos qué tanto influyeron las modificaciones al aplicativo para que el contribuyente desistiera de su intento, al menos en el cumplimiento a tiempo.