- marzo 29, 2023
- amontemayor
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A principios del 2022 el Régimen Simplificado de Confianza, mejor conocido como RESICO, arribó a la vida de millones de mexicanos como parte del paquete económico de dicho año; su objetivo principal, era incrementar el padrón de contribuyentes ofreciendo detallados beneficios.
Y es que, a través de ese nuevo régimen, los contribuyentes podrían llevar a cabo sus obligaciones fiscales de una manera más sencilla, empezando porque el impuesto se calcularía sobre los ingresos que se perciben, a diferencia del resto de los regímenes conocidos, donde los impuestos se calculan en una tasa base.
Las facilidades administrativas, como la eliminación de la presentación de la contabilidad electrónica y de la presentación mensual de la información contable, así como el pago de impuestos más bajo de México, fueron los principales atractivos del RESICO; y es que cómo pasar por alto que, bajo este régimen, se reducirían las tasas impositivas para el pago del ISR, al ir desde uno hasta 2.5%.
Sin embargo, a un año de distancia, las cifras revelan que solo se incorporó al 26.4% de las personas físicas y al 8.9% de empresas que se tenían como objetivo. Si lo comparamos con los números iniciales de la aparición del RESICO, que, durante el primer trimestre del año pasado fueron del 8.1% y del 22.8%, el aumento de contribuyentes fue minúsculo y definitivamente las expectativas del Servicio de Administración Tributaria (SAT) se quedaron cortas.
Ante los números bajos, la autoridad fiscal asegura que el padrón de contribuyentes en general, solo creció un 1,86% en 2022, lo que marca el segundo aumento más bajo en 12 años, solo por encima del crecimiento del 1.23% en 2021; situación que afectó lo que se prospectaba para el Régimen Simplificado de Confianza.
Para algunos expertos en materia fiscal, consideran que el bajo impacto que ha tenido el RESICO, también se debe a una falla en la estrategia de difusión; pues si bien el régimen tiene gran potencial para ampliar la base de contribuyentes, es necesario dar mayor fuerza a la promoción del mismo entre la población.
¿Será que acaso debamos darle solo un poco más de tiempo al régimen fiscal, antes de catalogarlo como un fracaso? Solo las cifras lo dirán.